13 marzo 2023

AUMENTO DE CAPACIDADES: CERTIFICACIÓN PARA EL TIRO DE PRECISIÓN DESDE EL NH-90

Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, defensa, ejércitos, aeronáutica, helicópteros, operaciones especiales, freelance,

El trabajo conjunto que realizan las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y el Mando de Operaciones Especiales (MOE) se ve ahora potenciado con la certificación de procedimientos para la ejecución de tiro de precisión desde el helicóptero NH-90/HT-29 llevada a cabo durante los últimos días de febrero.

El tiro de precisión desde helicóptero es un procedimiento especial y como tal, previamente a la estandarización de esta maniobra es necesaria la elaboración de un protocolo de ejecución en el que recoger las normas de operación generales para trabajar con, y desde los diferentes modelos de helicópteros de dotación en las fuerzas aeromóviles.

Estas dos unidades de nuestro ejército tienen experiencia conjunta en el tiro de precisión desde helicópteros HU-21/HT-27 Super Puma/Cougar, que en su día también se inició con la elaboración y redacción de las normas operativas para el uso de estos dos modelos de helicóptero. Ahora, con la intención de aumentar las capacidades, y en el desarrollo de una nueva colaboración entre ambas unidades, se han elaborado las normas de operación que van a permitir la ejecución de fuegos de precisión desde el helicóptero HT-29 tanto en ejercicios de instrucción y adiestramiento, así como en operaciones reales bajo condiciones meteorológicas visuales y en los arcos diurno y nocturno.


La elaboración de la norma operativa no es sino la redacción de un documento en el que se aglutinan todos los aspectos técnicos importantes, tanto de configuración como de operación y limitaciones, que son necesarios para poder realizar la misión de forma satisfactoria y con los máximos niveles de seguridad y eficacia. Cada una de las partes aporta las experiencias propias que se unifican en una fase inicial denominada “en seco” tras la cual, se lleva a cabo una segunda fase de prácticas, vuelos y tiros necesarios con los que consolidar los procedimientos hasta ese momento elaborados.
En el desarrollo de esta norma se recogen, por un lado, las capacidades y limitaciones que tienen que ver con el ámbito aeronáutico es decir, las concernientes a la aeronave y su tripulación como son: la configuración del aparato, limitaciones de operación y tipos de maniobras cuyo estudio corresponde realizarlo al personal de las FAMET. Por otro lado, se recoge todo lo relacionado con las necesidades y requerimientos de/y para los tiradores de precisión a bordo y que comprende desde sus equipos y materiales específicos, distribución en cabina, seguridad para su ubicación y posición, hasta las comunicaciones y tipos de maniobra siendo en este caso el MOE el encargado de realizar el procedimiento requerido.


 

 
En el ámbito aeronáutico podemos destacar como datos importantes a recoger en el documento los relacionados con las prestaciones que ha de cumplir el helicóptero. Por un lado, se determina el peso máximo para realizar estacionario fuera del efecto suelo (HOGE), por otro la velocidad ascensional óptima a partir de una determinada velocidad inicial, y la velocidad de mejor tasa de ascenso con fallo de un motor (OEI) para vuelos diurnos. Por último, se calculan esos mismos parámetros para la ejecución de las operaciones en el arco nocturno con medios GVN.


Acerca de la configuración del helicóptero se redactan también las especificaciones que tienen que ver con las posiciones de tiro de los tiradores a bordo.
En función del tipo de misión, puede requerirse tener que instalar armamento de autoprotección en el aparato, lo que limitará el movimiento a diferencia de aquellas misiones en las que embarcan solo lo tiradores de precisión teniendo la cabina de carga diáfana. Para este caso se ha desarrollado el procedimiento determinando que se realizará el fuego desde la puerta opuesta a la que instala la ametralladora de autoprotección. El procedimiento será similar si la misión requiere realizar la inserción de equipos de OE´s utilizando los medios y sistemas para fast rope o rappel, ubicados en una de las dos puertas.
Respecto a las posiciones de tiro de los tiradores son dos las que se establecen en función de las necesidades de estos; sentado, y tendido pues la cabina del HT-29 es lo suficientemente amplia para poder ejecutar el tiro en esta última posición si no se instalan los equipos arriba mencionados.

Parte fundamental en el desarrollo de la norma es la relacionada con los tipos de tiro a ejecutar, que estarán determinados por factores como la situación táctica de la misión, el entorno y orografía sobre la que se lleva a cabo el vuelo, y las condiciones meteorológicas. Así pues, y atendiendo a los factores mencionados y a las necesidades de los tiradores, el tiro se contempla  ejecutarlo desde vuelo estacionario, en vuelo traslacional, en movimiento/traslación con guiñada de unos grados establecidos, lateral en traslación y, combinado entre estacionario y en movimiento.
Cada uno de estos procedimientos tiene sus ventajas e inconvenientes que han de ser estudiados previamente por la tripulación y el equipo de tiradores durante la preparación de la misión. Así pues, el tiro desde estacionario se realizará teniendo en cuenta las prestaciones de la aeronave y sus capacidades para poder realizarlo, la meteorología y, sobre todo y muy importante, el grado de vulnerabilidad al que se enfrentan en esta condición de vuelo. Por su parte y para el tirador, desde estacionario se le favorece que la adquisición de objetivos sea más larga y tranquila aumentando el grado de eficacia.

Respecto al tiro en movimiento o traslación, este lo determinan fundamentalmente las condiciones meteorológicas, la orografía y, sobre todo, la situación táctica de la misión a lo que se le añade el hándicap que implica el movimiento a la hora de hacer fuego. Por otro lado, el tiro traslacional con guiñada de los grados establecidos aporta las ventajas de superveniencia que proporciona el movimiento, favorece la efectividad del tiro pues evita al tirador modificar su posición respecto al blanco pero a su vez, le obliga a modificar el alcance según vaya acercándose al mismo.

Acerca de los dos últimos procedimientos establecidos, en el lateral el tirador sufre el problema inverso al sufrido en el de guiñada, ya que este debe modificar su posición según se avance lateralmente respecto al objetivo, pudiendo mantener por el contrario la distancia constante.

Y, por último, el tiro con vuelo combinado ofrece la seguridad del vuelo táctico oculto y protegido por el terreno, con la posibilidad de realizar frenados tácticos para detener el mismo y abrir el fuego bien antes de la parada completa, o bien una vez alcanzado el estacionario.  




 

Recogidos los procedimientos descritos hasta ahora, las siguientes materias que se regulan con la norma son las que tienen que ver con los equipos y materiales específicos para la misión y seguridad de los tiradores. En esta parte se detalla todo lo relacionado con las líneas de vida, anillo de seguridad, arneses, anillas, eslingas y cintas, bancos, sistemas de comunicaciones, y el procedimiento de supervisión y revisión de todo lo instalado. En base a las configuraciones disponibles en el HT-29 para el montaje de los sistemas de seguridad y líneas de vida, la tripulación y tiradores determinarán las instalaciones más adecuadas para que las posiciones de los tiradores cuenten con las medidas de seguridad necesarias, a la vez que se recoge también el detalle de montaje de los sistemas de apoyo de las armas y su colocación en el helicóptero. Hablamos de la utilización del puf como elemento de apoyo adicional para el tirador, y de las cintas colocadas en la puerta en forma de X, o los cordinos o cintas en V sobre las que reposar el arma.

 


   
La finalidad de una norma operativa es la de no dejar nada a la improvisación y consensuar los procedimientos para, en este caso, desarrollar misiones entre dos unidades distintas que se unen para llevar a cabo operaciones específicas. Para la ejecución de cualquier misión/operación militar el primer paso a dar es el de preparar dicha misión. Como parte fundamental, la norma recoge todos aquellos aspectos necesarios de valorar en la preparación y sus formas de estudio.
En lo que deberá ser un trabajo previo de gabinete realizado entre el comandante de aeronave y su tripulación y el/los tiradores de precisión, se estudia en detalle la inteligencia disponible acerca de los posibles objetivos y sus características, de tal forma que se puedan determinar distancias al blanco, vientos y ángulos de inclinación, así como las velocidades máximas y mínimas durante el vuelo, cambios de posiciones, zonas de seguridad o de posible apantallamiento, etc. Con este estudio realizado y comprobada la situación táctica de la misión será en un briefing final “bajo las alas” donde se recordarán los puntos específicos que todo el personal deberá conocer antes de dar comienzo a la operación. Atendiendo a las responsabilidades atribuidas a cada parte y miembro del equipo recogidas en el procedimiento, le corresponde al comandante de aeronave, valoradas todas las opciones, la responsabilidad para determinar la viabilidad de realizar la misión, o de no ejecutarla, llegado el momento de iniciar la misma en base a su criterio y a los niveles de seguridad que en ese momento se den.

Estipulada la preparación de la misión, la siguiente regulación es la que recoge todos los aspectos relacionados con la ejecución de esta. Hablamos, por un lado, de cada uno de los cometidos que tiene atribuidos la tripulación, desde el comandante de aeronave hasta los terceros tripulantes y/o tiradores (en este caso el término tirador hace referencia a los tiradores de las ametralladoras de autoprotección, si se instalan), así como los otorgados al equipo de tiradores de precisión que estará compuesto por el/los propios tiradores, el/los observadores y, el Jefe del equipo de tiradores o coordinador de fuego si se da el caso que el mismo va embarcado.


Un equipo de trabajo multidisciplinar como es el que se crea para llevar a cabo las misiones de tiro de precisión desde helicóptero, trabajando en un entorno reducido como es la aeronave, con ambiente muy ruidoso, ejecutando operaciones que pueden ser complejas, rápidas, agresivas y con elevados niveles de peligrosidad todo, desenvolviéndose en la tercera dimensión, está obligado a saber comunicarse de una forma concisa que permita identificar las órdenes y voces de forma clara y meridana evitando momentos de confusión o descoordinación. Para que esto sea así la norma concluirá este procedimiento específico recogiendo los tipos de comunicaciones y fraseología necesarias con los que interactuaran todos los componentes abordo, diferenciando entre aquellas que deban darse entre el comandante de aeronave y tiradores de precisión, y las necesarias entre estos últimos y resto de tripulación. Las comunicaciones y voces entre comandante de aeronave y tiradores se utilizarán fundamentalmente para marcar los estados de las armas y autorizar el fuego, avisar de los tiempos estimados hasta el objetivo y de las maniobras que se van a realizar. Mientras que las comunicaciones entre tiradores y resto de tripulación harán referencia a la localización, o no, del blanco por el observador o tirador, su ubicación y estado, a los tipos de maniobra requeridos para que este pueda realizar fuego sobre el objetivo, aviso para realizar fuego, a la situación del objetivo tras el disparo y en general, a todo lo concerniente con la actividad propia del tirador durante su cometido en la misión. Es en este punto donde toma toda su relevancia la frase que reza aquello de:

La efectividad del procedimiento se basa en la compenetración del equipo que lo pone en práctica.

 


Con esta nueva certificación se da un paso más en la mejora del trabajo conjunto que lleva a cabo el binomio helicópteros/operaciones especiales. Se adquiere una capacidad sobre una nueva aeronave que se incluirá en el manual específico de procedimientos que se ha de seguir desarrollando y perfeccionando para alcanzar los estándares deseados de operación e integración de una SOATU-RW (Special Operations Air Task Unit Rotary Wing en las misiones de operaciones especiales en las que se requiera la participación de nuestro Ejército de Tierra.

27 febrero 2023

JORNADAS DE TIRO EN MONTAÑA INVERNAL Y FRÍO ORGANIZADAS POR LA EMMOE

Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, freelance, defensa, ejércitos, aeronáutica, helicópteros, operaciones especiales

Un año más la oficina I+D de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) ha impartido las terceras jornadas de tiro en montaña invernal y frío destinadas a unidades de montaña de nuestro ejército.

Esta formación específica desarrollada por el centro se encuadra dentro de los planes formativos destinados a atender las necesidades identificadas por las unidades destinatarias en áreas específicas y procedimientos concretos. 
Ya desde el año 2021 se vienen impartiendo estas jornadas para la formación de unidades de entidad pelotón en tiro en movimiento invernal, cambios de nivel en ascenso y descenso y rupturas utilizando medios como raquetas y esquíes. Durante cuatro días y 45 horas lectivas, 13 alumnos oficiales, suboficiales y cabos 1º procedentes de los Regimientos “Galicia 64” y  “América 66” del Mando de Tropas de Montaña, recibieron formación destinada a consolidar las posiciones de tiro básicas en ambiente invernal y de frío, así como para realizar la progresión en las reacciones armadas derivadas del combate de patrullas.

           

   
 

Compuestas de una parte teórica y otra práctica, en las jornadas se trabajaron materias y procedimientos como la balística en nieve, teóricas y prácticas de reacciones armadas, y recorridos de tiro con cambios de nivel utilizando los medios específicos para el movimiento y progresión sobre terreno nevado (raquetas y esquíes).

A estas materias se les unió la fase de tiro con fogueo, fuego real y munición FX compuesta a su vez por varias fases como fueron: tiro en seco para sincronización de procedimientos para porte del arma con correa de dos puntos, medidas de seguridad, principios básicos, procedimientos de combate con fusil y pistola, transiciones, recargas tácticas, interrupciones y emergencias. Todo ello debiendo ser ejercitado por los alumnos equipados con los materiales específicos de montaña como son guantes de invierno, guantes tridedo y bastones, aprendiendo de esta forma hacer frente a las limitaciones que estas equipaciones provocan durante los movimientos. Complementa la parte práctica la fase de movimiento táctico y tiro en movimiento con el porte de diferentes armas utilizando raquetas y esquíes.

 

 

       



Para llevar a cabo está formación, la EMMOE pone a disposición de los alumnos los materiales específicos con los que cuenta, entre los que cabe destacar la munición y los cierres FX para fusil HK G-36. La utilización de este tipo de munición y su versatilidad proporciona nuevas capacidades que complementan y potencian el plan formativo, aumentando así su nivel de calidad. Además de la munición FX, otro equipo con el que cuenta la escuela, que mejora sobre manera la instrucción, es el sistema multimodal amigo/enemigo de blancos abatibles PCI100 desarrollado por el fabricante francés Sterela. Este equipo facilita la disposición de blancos físicos sobre los que realizar el fuego durante los ejercicios tácticos, aportando unos niveles de realismo superiores a la instrucción.

Controlados mediante Wi-Fi por el instructor, los blancos facilitan posiciones de la silueta en modos amigo, eclipsado y enemigo, teniendo capacidad también de discriminar el impacto cara amigo/enemigo. En función del tipo de munición utilizada, estos blancos son ajustables en su sensibilidad al impacto, a la vez que gestionan el número de los que son necesarios para neutralizar/tratar los mismos. Toda esta información es remitida al terminal desde el que el instructor gestiona/controla los diferentes blancos distribuidos sobre el terreno, a  los que los alumnos se debían enfrentar a lo largo de los recorridos creados en el campo de tiro de las instalaciones de la EMMOE en la estación invernal de Candanchú.

  

  

  

El plan doctrinal desarrollado para estas formaciones específicas pretende dotar a los componentes del Mando de Tropas de Montaña que han participado en las mismas con capacidades que les brinden conocimientos para la aplicación e integración de los procedimientos OTAN para el combate en nieve y frío extremo, así como facilitar conocimientos sobre balística con calibres 5.56 y 9mm bajo esas mismas condiciones. Además, se les capacita para aplicar procedimientos de tiro de combate con fusil aplicando las técnicas de porte de arma en las posiciones Hight Ready, Low Ready y Depressed Muzle, se les instruye en la aplicación de procedimientos de tiro con arma y procedimientos de fusil combinados, y en técnicas de transición de arma larga a corta en el entorno invernal con las equipaciones de uniformidad específicas.



        

  


Por último, se les instruye en procedimientos de tiro de combate en condiciones de baja luminosidad utilizando medios de visión nocturna y/o linterna táctica desde arma larga y corta, así como en los procedimientos ya mencionados de tiro de combate en movimiento con raquetas y esquíes salvando desniveles en ascenso y descenso, concluyendo con procedimientos para el tiro en reacciones armadas por parte de un pelotón.

    

   

  

Es en el año 2020 cuando la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales inició los trabajos para definir y aplicar a los medios actuales las posiciones de tiro básicas con esquíes para la ejecución de operaciones militares en entornos de montaña invernal. Desde entonces, el centro y su plantilla de instructores han evolucionado el plan docente y perfeccionado la formación hasta llegar a la actual doctrina mediante la que se consolidan y unifican las posiciones de tiro básicas, y se introducen y perfeccionan los procedimientos para el progreso en las reacciones armadas. Todo ello con la finalidad de llevar a la puesta en común de las distintas unidades los procedimientos de combate para el porte del arma, la ejecución del tiro con armamento individual y de las posiciones adoptadas para ejecutar el mismo en los entornos específicos de montaña invernal.