13 agosto 2022

MOBILITY 22 (2ªparte) “Tango abatido”


Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, freelance, defensa, aviación, ejército, helicópteros, aeronáutica, operaciones especiales, fotografía,

Viene de Mobility2022 (1ª parte)


               Han pasado más de cuatro horas desde que Golf inició su movimiento por caminos perdidos de la mano de dios, calurosos y polvorientos y han realizado dos reconocimientos de sendos emplazamientos, hasta llegar a las cercanías del lugar en el que han de celebrar un KLE con Gamal Hamadi y su hijo Yared.

Gamal es un jefe tribal que cansado de ver como JIM oprime a su pueblo saqueando sus pertenencias y ejecutando a quien se manifieste contrario a la causa, desde su responsabilidad para con su gente como anciano de su aldea quiere conseguir librarlos del yugo que supone la amenaza constante de los terroristas, buscando ayuda en las fuerzas internacionales. Sabe que el precio a pagar si es descubierto es muy alto; pagará con su muerte y la de su familia pero, aun así, su responsabilidad le pesa.

Aguijón, Jefe del equipo Golf y su segundo Templario han terminado de preparar la reunión. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y decir. Se quitan todo el equipo quedándose solo con su arma corta, la Tablet y una libreta. No ir equipados aporta confianza a los anfitriones que no deben sentirse amenazados por los españoles. Con ellos irá “Bisagra” a quién Aguijón ordena les acompañe como elemento de seguridad. Nombrar a Bisagra no ha sido casualidad. Es el operador paramédico del equipo.
En los informes de inteligencia se dice que Gamal sufre de juanetes que le producen una fuerte cojera y grandes dolores. Una muestra de agradecimiento por su colaboración será ofrecerle la asistencia in situ del paramédico para que le realice una revisión y las curas que fueran necesarias, además de facilitarle la medicación para paliar sus dolencias.

Son las 1120h y los tres hombres embarcan en uno de los NETON dirección a la reunión que tienen acordada a las 1130h. La base de patrullas establecida en las cercanías del lugar se disloca para proporcionar seguridad al vehículo del Jefe en el trayecto hasta el lugar, y establecer posteriormente un perímetro de seguridad alrededor del antiguo establo alejados de la vista de los anfitriones, pero lo suficientemente cerca para actuar de inmediato si fuera necesario.


Quedan dos minutos para las 1130h y los españoles llegan al lugar. El anciano y su hijo están accediendo al interior del edificio. Aguijón, Templario y Bisagra pueden ver como el anciano camina cojeando cogido del brazo de su hijo quien viste con ropas occidentales. Varios de los puntos descritos en el informe de inteligencia se acaban de comprobar.
Los tres esperan unos minutos y se acercan a la entrada donde Yared los recibe. A su lado Gamal con semblante serio, duro y tez arrugada y oscurecida por el sol africano.

Les invitan a entrar mientras Aguijón indica que con ellos asiste a la reunión Bisagra.
Los anfitriones han colocado cuatro alfombras sobre el suelo y preparado té.

Incertidumbre y desconfianza es lo que se respira en los primeros momentos. Se están reuniendo cuatro personas con un fin similar pero que no se conocen de nada y, sobre todo, personas pertenecientes a mundos muy diferentes con formas de ver la vida muy alejadas unas de otras. Los cuatro se sientan y/o arrodillan sobre las alfombras y Bisagra, que si va equipado al ser el elemento de seguridad se coloca tras sus dos compañeros con la pared a la espalda, y la única ventana y la puerta de entrada a la vista en su línea de tiro. Sobre su pecho, anclado al portaplacas y pasando totalmente desapercibido para los dos lugareños el móvil Attack grabando el encuentro. Se pone en práctica la técnica HUMINT de recopilación de inteligencia.


Tras una primera parte de la conversación en la que los españoles explican cuál es su misión en la zona para ayudar a la población y romper algo la tensión inicial, empiezan las preguntas de interés. Agujón y Templario les preguntan si han oído hablar de las lanzaderas que se ubican por la zona y si tienen alguna información de su ubicación. El anciano es tosco en sus palabras y no tiene mucha conversación. Con su actitud marca la distancia que quiere mantener con los extranjeros. Su hijo que es quién se comunica con los españoles ejerciendo de traductor intenta hacer la conversación más afable.



Responde a la pregunta que le han hecho diciendo que sí ha oído algo sobre un nuevo armamento que los terroristas y contrabandistas han traído a la zona. Aguijón le pregunta si, mostrándole el mapa en la tablet y ayudado por Yared, le podría señalar donde creé que podría estar oculto ese armamento. El anciano con la ayuda de su hijo se inclina y acerca la cabeza a la pantalla para, acto seguido, ir señalando alguno de las edificaciones dispersas por el valle que sabe que los insurgentes suelen utilizar para almacenar sus armas. Se ha dado un primer paso y parce que el anfitrión se abre algo a los españoles.


Lo siguiente es preguntar sobre Amir Yasalef. Cuando el hijo le traduce la pregunta el anciano parece sentirse algo más incómodo, pero aun así, responde. Contesta diciendo que alguno de los aldeanos, le dijo en alguna ocasión, que esa persona había sido vista alguna vez, en uno de los emplazamientos antes señalados.

Respuestas llenas de imprecisión; pero son con las que se deben conformar los militares españoles. Aguijón y Templario analizan la situación y sin hablar entre ellos saben que intentar forzar al anciano para obtener respuestas con algo más de concreción puede provocar que este decida dejar de colaborar. Así lo trasmite con su actitud.
Saber interpretar las expresiones no verbales y conocer la psicología de la población con la que se interactúa en la misión es importante en encuentros como estos.


Para terminar Aguijón decide preguntar si alguno de los dos ha oído algo sobre la reunión que JIM tiene pensado celebrar. Nada más traducirle la pregunta el anciano niega saber nada de una forma contundente mirando al suelo. Aguijón, viendo su reacción, decide no seguir con la pregunta. Yared, que es un apasionado del mundo occidental y lo manifiesta con su actitud, rompe la tensión del momento agradeciendo a los españoles su presencia y trabajo y pide que por favor le tengan en cuenta para otras ocasiones. Sin dejar terminar a su hijo, Gamal lo interrumpe para decir, de repente, que acaba de recordar que sí ha oído algo sobre esa reunión por la que le ha preguntado el jefe español. Cree que varios dirigentes del JIM se reunirán en una aldea dos valles más allá al cabo de dos o tres días y Yaref, les señala dicha aldea sobre la Tablet después de que su padre mencionara el nombre.



Ha llegado el momento de terminar el KLE y Aguijón le dice al anciano que es conocedor de sus dolencias y que como muestra de agradecimiento, el compañero al que señala con el brazo, que es paramédico, si le da permiso le va a realizar una revisión y las curas que necesite para aliviar sus dolores.
El anciano, con esa rudeza propia de un lugareño habitante de unas tierras como estas rechaza el ofrecimiento con un rotundo no, que acompaña con un gesto negativo explícito. No queriendo dejar de agradecer su ayuda le ofrecen entonces los medicamentos que necesite, pero al anciano no cambia de opinión.

Gamal pone fin a la reunión, pide a su hijo que le ayude a levantarse de su alfombra y tras un apretón de manos, sale apoyado en Yared dirección al coche destartalado en el que llegaron.




Tras unos minutos para esperar a que se alejen por la pista polvorienta, los tres españoles embarcan en su NETON con Templario al volante y vuelven por donde habían venido hasta el lugar donde se estableció previamente la base de patrullas. El resto de los vehículos y motos abandonan sus posiciones de seguridad para agruparse con su Jefe.


Ahora Aguijón reportará al Mando, con nombre de guerra Santuario, toda la información obtenida para después, estudiar la misma y realizar una planificación paralela a la misión que tienen en curso, enviarla a S-3 y S-2 y esperar órdenes.
Trabajando ya con el resto del equipo y estudiando las ubicaciones de almacenamiento de armas que los colaboracionistas han facilitado, comprueban que una de ellas se corresponde con uno de los emplazamientos que tenían asignados para reconocer. Y además es el punto en el que el anciano ha dicho que ha sido visto Amir Yasalef.

Santuario da el visto bueno a la planificación y acciones propuestas por Aguijón y desde la base de patrullas se van a dirigir directamente a esa ubicación concreta tras analizar el resto de los emplazamientos y decidir continuar con ellos a posteriori.
Los vehículos y las motos se agrupan y ponen dirección al punto.

Tras una hora “comiendo” polvo llegan a un punto cercano al objetivo, posicionándose en el fondo de una vaguada que les sirve de cobijo. Establecida la seguridad del perímetro las dos motos descrestan para posicionarse en altura al Este del edificio sin ser vistos, mientras uno de los NETON sube ladera arriba para colocarse al Sur en enfilada de torre intentando obtener visión directa. El terreno es abrupto y no puede observar el objetivo desde esa posición sin exponerse más de lo necesario sobre la cresta.



Se analiza la situación y se planifica lo siguiente: se va a lanzar el Raven para posicionarlo sobre el objetivo. A la vez el tirador de precisión con su G28 y su mira óptica Schmidt&Bender 3-20x50mm acompañado por un operador equipado con cámara fotografía y teleobjetivo se van a posicionar en una ubicación cercana determinada sobre el plano para buscar imagen directa. 

Los dos hombres inician su marcha ladera arriba para, una vez en la cota, avanzar reptando hasta el punto elegido. Los dos reptan y avanzan ocultándose en el terreno para colocarse en torno a los mil metros del objetivo.


El Raven se encuentra ya en vuelo a unos 200 pies sobre el mismo. Debido a la ausencia total de viento y la elevada temperatura ha sido necesario lanzar el UAV desde un vehículo en movimiento con la intención de obtener un mínimo de velocidad de viento en cara que facilite el inicio del vuelo.


Posicionado sobre la vertical del “Target” envía las imágenes a Aguijón que las recibe en su tablet. Debido a la elevada temperatura del terreno y su aridez, es complicado identificar puntos de reducido tamaño. Por otro lado, captar imagen térmica no se muestra todo lo práctico que se desearía debido a esa elevada temperatura del suelo.

Se aprecia el edificio y una zona arbolada junto al mismo, pero no se detecta por el momento movimiento humano. El Jefe pide al piloto que se centre en la edificación. Los contrastes entre las zonas de sol y sombra son grandes y con la imagen cenital del UAV no es posible identificar cualquier cosa que se oculte bajo zonas como las de ese conjunto de árboles. Es aquí donde el tirador de precisión y el operador con el teleobjetivo tendrán que buscar desde su posición algún movimiento u objetivo bajo esas zonas arboladas. Para poder contar con toda la info posible, cerca de la posición que ocupan los operadores con los medios de visión y más protegido por el terreno, un tercer operador va a lanzar el Black Hornet que proporcionará imagen más cercana de la proporcionada por el Raven. Su muy reducido tamaño y escasa firma sonora hacen que pase totalmente desapercibido aun cuando lo tienes encima. Dada la cercanía con ellos, uno de los operadores en moto ubicados en la cota se acerca hasta ellos para darles seguridad durante el lanzamiento del mini UAV y la captación de imágenes de los otros dos compañeros.


Con todos los medios de visión activos y a pleno rendimiento, desde la cota consiguen identificar la presencia de dos personas en un porche del edificio y dos vehículos pickup estacionados bajo los árboles. Uno de ellos parece ser un vehículo militar con la caja cerrada por una lona. Es frecuente que los grupos terroristas y los contrabandistas dispongan de vehículos robados a las fuerzas armadas del país con los que moverse sin problema. La imagen no es nítida debido a la reverberación que se desprende del terreno abrasado por las altas temperaturas, pero se confirma la presencia de dos personas y así se lo comunican a Aguijón. Una de ellas se mueve y acerca uno de los vehículos al porche y, ayudado por el segundo hombre, comienzan a cargar lo que parecen dos contenedores similares a los de transporte de armamento.

Una vez han terminado de cargar embarcan en el vehículo e inician la marcha abandonando el lugar.

Sobre el plano que amplia Aguijón en su tablet comprueba que el camino por el que han emprendido la marcha les va a llevar a una intersección con la pista por la que ellos han progresado, ubicada a unos tres kilómetros y medio por delante. El Jefe decide iniciar el seguimiento del vehículo y sus dos ocupantes. Los tres operadores colocados en la cota inician de inmediato el descenso a gran velocidad, el Raven sigue en vuelo al objetivo y las dos motos se lanzan en vanguardia para posicionarse ocultos en el cruce de caminos al que llegará el vehículo. Los NETON iniciaran el seguimiento una vez se recuperen los operadores de la cota y seguirán las indicaciones que les den los dos operadores en moto.

Llegado a la intersección, el vehículo que efectivamente es militar y robado al ejército del país como aseguran los operadores ocultos, toma dirección al norte con los dos hombres a bordo. Tras él las motos a su retaguardia fuera de pista para que el terreno les ayude a ocultarse. Y tras ellas y a una distancia de seguridad para no ser vistos, llegan los NETON con el resto del equipo.


Tras varios kilómetros, en un momento determinado el camino deja el valle y sale a una gran llanura complicando el trabajo de las motos. Desde ese momento no disponen de la orografía que les ayude a permanecer ocultos. Antes de adentrarse en esa llanura vacía y abrasadora de terreno en la que se va a meter el vehículo sospechoso, comunican con Aguijón.

No han terminado de comunicarse cuando los sospechosos parece que aumentan la velocidad como si huyeran del lugar al sentirse observados. Uno de los dos operadores trasmite a Aguijón la situación, y le dice que puede ser que se hayan percatado de su presencia.

Sin dudar el Jefe ordena a toda la malla, “interceptar ese vehículo”.

De inmediato las dos motos salen tras él, los conductores de los dos NETON que van en cabeza pisan a fondo el acelerador y los vehículos salen de inmediato “volando bajo”. El camino no es bueno pero los nuevos ligeros con alma de Toyota solventan las irregularidades sin problema.

La gran velocidad hace que sin tardar, el punto uno se coloque tras el todo terreno sospechoso y con disparos al aire hechos desde la torre le indican que se detenga.


Sin hacer caso ambos hombres han decidido huir a todo lo que les permite su todo terreno. Por suerte, su velocidad máxima no es problema para el NETON.

En un momento determinado el sospechoso sentado a la derecha se asoma por la ventanilla de su vehículo con un arma y abre fuego sobre los españoles. El jefe del NETON que lo sigue comunica a la malla que están recibiendo fuego y el tirador de torre responde haciendo “escupir” su arma sobre la parte trasera del todo terreno, cumpliendo con las ROE establecidas.

Aun así no se detienen; dan un volantazo a la derecha con la intención, parece, de querer cobijarse en un edificio junto al camino; el NETON le sigue y acecha.

La fachada principal de ese edificio termina con el camino que han cogido y obliga al conductor a detener su huida. Frena bruscamente y el hombre sentado a la derecha salta del todo terreno con su arma abriendo fuego sobre el NETON que llega a su posición.
No ha podido recorrer ni tres metros cuando el tirador de torre lo abate de inmediato y el hombre, cae sin más.



El NETON se coloca en el lado izquierdo del vehículo enemigo y el operador derecho abate al conductor que se disponía a utilizar su arma, sin dejarlo bajar de su puesto.

El resto de operadores bajan del NETON; uno corre directo al primer hombre abatido y asegura la situación mientras otros dos se dirigen directos a la entrada del edificio para asegurarlo. El tirador de la torre da seguridad a la acción de sus compañeros y controla al conductor abatido.
 


Al momento llega al perímetro el resto del equipo y varios hombres se unen a la acción directa. Dos operadores armados, perfectamente adiestrados y respondiendo a una agresión atraviesan la entrada de esa edificación en mitad de ningún sitio sin saber qué se van a encontrar. Velocidad, decisión, técnica, condicionamiento, sangre fría a 40º de temperatura y violencia en el avance forman parte del trabajo de estos tipos.
Recorren el edificio sin necesidad de “pegar un tiro” y confirman edificio limpio. A partir de ahí el perímetro está asegurado.



El siguiente paso será identificar a los dos hombres y realizar la TEO (Technical Exploitation Operation). Los operadores responsables de ejecutar la explotación se ponen manos a la obra para evitar dilatar su presencia más de lo necesario.
Fotografiar las bajas en el punto en el que se encuentran, reconocimiento facial y muestras biológicas, cachear los cuerpos, fotografiar el entorno en el que se ha llevado a cabo la operación, revisar pertenecías e inventariarlas, revisar el vehículo, fotografía de todo cuanto haya en su interior y almacenarlo de forma individualizada y perfectamente identificada. En el vehículo no hay armas pesadas y los contenedores cargados están vacíos.







Aguijón sin perder tiempo y para no alargar más de lo necesario su presencia en esa posición envía de inmediato los datos al Mando, al tiempo que solicita instrucciones.


Bajo el sol abrasador mientras el equipo termina de limpiar el lugar el Jefe espera que le confirmen algo que ha sabido desde el primer momento en el que ha visto uno de los Tangos.

Efectivamente, a los 5 minutos de haber enviado la información suena la radio del NETON por la malla de Mando. Aguijón escucha lo que estaba esperando escuchar: 
-confirmada la baja de Amir Yasalef.
El cuerpo del conductor abatido es uno de sus hombres de confianza sin peso en la organización.


“Santuario de Aguijón; recibido. Confirmada identidad del Tango abatido. Solicito instrucción para proceder con el cuerpo.”

“Santuario; abandonen la zona de inmediato solamente con las pruebas recopiladas”
“Aguijón recibido”
“Aguijón para toda la malla; abandonamos la posición en dos minutos para proceder a Whisky1”.

Los dos vehículos posicionados en el perímetro, las dos motos colocadas en una cota cercana, el NETON que ha interceptado el todo terreno de Amir y el de Aguijón se reposicionan sobre la pista de tierra y a todo lo que dan, (que es mucho) “salen zumbando” de ahí.


En segundos vuelve al lugar el sonido ambiente de las cigarras, el sol sigue abrasando y la quietud se instala otra vez como rutina. La vida le puede cambiar a uno en cuestión de minutos como ha sido el caso de Amir y de su hombre de confianza.

A partir de ahora en S-2 el trabajo se intensifica. Han de empezar a trabajar con las alternativas diferentes a la de esta figura motivados por el cambio que supone esta acción. Amir Yasalef era un activo del que se pretendía conseguir información sobre JIM. Su agresión sobre fuerzas internacionales le ha costado la vida.
No ha reaccionado de una forma diferente a la que se puede esperar de un traficante, contrabandista y terrorista.  Así le ha ido.

El camino hasta “Whisky 1” ayuda a bajar las pulsaciones del equipo sin bajar la guardia. Unos beben agua de las camelback colocadas en los asientos de los NETON que, si no fuera porque no sabe a nada, podría pasar por ser una infusión debido a su temperatura; otros se hidratan sacando de sus mochilas las famosas bebidas energéticas y algunos, van en silencio consigo mismo.


“Whisky 1” es un punto que como cabía esperar, no es el más cómodo para establecer una base de patrullas sobre la que reorganizarse cuando están cayendo 40 grados a plomo. Un solo y mísero árbol con el que montar una red mimética para uno de los NETON, y algunas matas altas en las que intentar ”ocultar” mínimamente alguno de los vehículos para pasar desapercibidos.

Pero eso es lo que hay. El que quiera o espere otra rutina en su trabajo tendrá que cambiar de destino.




No es el caso porque este, y los otros dos equipos, están embarcados en esta empresa sin que estas condiciones les supongan un problema. Están ahí porque para todos ellos esta situación es una motivación para ser mejores.

Dios los crea y ellos se juntan para hacer su trabajo.

Establecidos ya en W1, Aguijón da cinco minutos a sus hombres para que reorganicen su equipo, se refresquen, coman, beban algo y estén listos para continuar.

Él, su segundo y el conductor de su vehículo vuelven a revisar sobre la tablet los objetivos marcados por S-2 que han de reconocer, para seguir así con su misión. Van a empezar por el más cercano siguiendo el track.
Estiman en torno a 45 minutos de patrulla hasta llegar a él.


El camino por el que se mueven es una suerte de polvo constante, piedras, agujeros, alguno de ellos de considerable tamaño, maleza, cigarras y calor, mucho calor. Los que fehacientemente atestiguan el impacto de ese calor son los operadores en las torres sobre los que el sol no da tregua.



Esos 45 minutos que se estimaban para llegar al siguiente objetivo parece que van a ser algunos más. El terreno no lo pone fácil y obligada a tener que llevar una velocidad por debajo de la que esperaban mantener. En cualquier caso, las prestaciones del NETON han facilitado salvar los obstáculos y llegar al punto después de algo más de una hora de “marche”.

Este reconocimiento no parece que vaya a suponer un problema. El terreno permite posicionarse cerca sin ser detectado y observar a simple vista su estado. Es una edificación típica del lugar de tamaño medio con evidencias de no haber sido habitada desde hace tiempo. Aun así, se van a asegurar de que está “limpia”. Su ubicación permite acceder desde dos posiciones diferentes y así van a proceder. Dos NETON llegan prestos uno por cada flanco con la cobertura del tirador de precisión y su G28. Los operadores desembarcan, los tiradores de torre les cubren y haciéndolo como lo deben hacen, asaltan el edificio en un visto y no visto.



“Trueno para Aguijón”, edificio limpio y asegurado”
“Recibido Trueno; Aguijón para toda la malla, nos reagrupamos para seguir”

Continuará

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