26 agosto 2021

MISIÓN CON EL AFGHAN NATIONAL ARMY (ANA)

 

Francisco Francés Torrontera, Redactor, Fotógrafo, Aviación, Defensa, Helicópteros, Freelance, noticias

Los que me conocéis sabéis que mi trabajo durante las ocasiones en las que pude desplegar en Afganistán se centraba en aquel entonces en conocer la misión de la Afghanistan Spanish Unit Helicopter, conocida también como ASPHUEL y puesta en aquel momento al servicio del RC-West, que trabajaba y colaboraba con el resto de contingentes internacionales desplegados en esta zona de responsabilidad española, así como con las fuerzas del Afganh National Army (ANA).

En el ámbito de responsabilidad del RC-West que abarcaba las provincias de Badghis, Herat, Ghowr y Farah, el ANA tenía asentadas diferentes Unidades de ala fija y de ala rotatoria, así como la Academia de la Fuerza Aérea de Shindand, donde se formaban las tripulaciones de lo que ha sido la malograda fuerza aérea de Afganistán.

En la misma base de Shindand se asentaban también los 738 y 838 Air Expeditionary Advisory Gruop dotadas de helicópteros Mi-8 y de los entonces nuevos Mi-17 V5. Estas Unidades estaban formadas por los escuadrones 441th y 444th uno de los cuales, mantenía desplegado en la base de Herat, en unas instalaciones propias dentro del recinto internacional, al Destachament 1 del 444th de la mencionada 838 AEAG. Compuesto por tres helicópteros Mi-8 / Mi-17 V5 y sus tripulaciones estos hacían vida independiente dentro de la base y era difícil verlos como al personal del resto de contingentes. Este destacamento tenía como misión prestar apoyo al ANA sobre la zona Este y Norte del RC-West dentro de las provincias de Herat, Badghis y Ghowr, y para las misiones en la provincia de Farah el 444th desplegaba directamente desde su base de Shindand.


Era pues constante el vuelo de los helicópteros del 444th en la base de Herat entrando y saliendo tanto para la realización de misiones reales, como para llevar a cabo la instrucción de las tripulaciones. Esta Unidad, como la mayoría de las unidades de la Fuerza Aérea Afgana estaban entonces todavía en fase de formación y desarrollo y para ello contaban con el asesoramiento y mentorización en ese momento del ejército salvadoreño que trabajaba conjuntamente con las tripulaciones y personal de tierra, así como con personal de la USAF encargado de la supervisión y también de la instrucción, sobre todo, en materia de navegación aérea. Para ello en Herat se encontraba desplegado un pequeño contingente de hombres del ejército salvadoreño al mando de un Coronel, así como un Tcol. de la USAF que, entre otras cosas, también actuaba de enlace con las fuerzas aliadas.

De conformidad con la misión que tenía encomendada el ANA sus efectivos realizaban misiones de forma combinada con las tropas internacionales y también actuaban de manera independiente según sus Unidades iban adquiriendo la capacitación necesaria que recibían de los mentores internacionales.

El relato protagonista de estas líneas recoge una misión de abastecimiento del ANA sobre el que era uno de sus puestos de seguridad, para la que se requirió la colaboración de la ASPUHEL que debía prestar escolta a los helicópteros afganos del Destachament 1 del 444th.

Recibida la misión en la oficina de operaciones de la ASPUHEL, analizada la misma y contestada de forma afirmativa por el Mando, el siguiente paso era convocar una reunión previa con el enlace de la USAF y con los miembros del ejército salvadoreño que estaban mentorizando a las tripulaciones afganas. 

A las 16:30 hora local llegan a la sala de reuniones de las dependencias españolas un Tcol. Salvadoreño y dos Capitanes todos ellos pilotos de helicópteros en su ejército y encargados de formar al personal de vuelo del destacamento asentado en la base. Tras ellos y con algo de retraso llega el Tcol. estadounidense, ex-piloto de B-1 y una figura algo intrigante para los ojos del personal español debido a la extraña misión que parecía tener, además de la conocida como “oficial”. Aún siendo el oficial de enlace resultaba a veces difícil contactar con él dentro del recinto pues desaparecía en ocasiones, sin dejar rastro.

Con todos sentados en la sala el Jefe de la Unidad de la ASPUHEL se presenta dando paso al resto de asistentes para que hagan los mismo. Terminadas las presentaciones empieza el intercambio  de información y datos sobre la misión a realizar.

...Se requiere llevar a cabo el abastecimiento logístico del puesto avanzado de observación del ANA situado en la base de Kolory, a 5 millas de la frontera de Turkmenistán en el distrito de Koshk-e Kohnehy, considerado zona “caliente” según los informes de inteligencia….

Por este motivo, los helicópteros del ANA contaran con apoyo y protección durante la fase de aproximación, toma, descarga y posterior salida del puesto avanzado, y es aquí donde entran en juego los helicópteros españoles.

Dos Tigres y un Cougar apoyaran a los helicópteros afganos, a más de 75mn de Herat en pleno desierto afgano.

Durante el briefing los militares salvadoreños explican a las tripulaciones españolas las características de los aparatos afganos, los kilos de carga que transportaran, su procedimiento operativo y los perfiles de vuelo que pretender llevar a lo largo de la misión y en general, comentan lo más relevante y necesario para los pilotos españoles.

Tras esto se marcan las horas para el inicio de la misión y se establecen los protocolos comunes a seguir.

Los Mi-8 cuentan con una velocidad de crucero muy elevada y en este caso, van a seguir un perfil de vuelo y un procedimiento propios que difiere del realizado por la ASPUHEL. Por estos motivos la misión se realizará con dos oleadas de helicópteros. Por un lado saldrán en primer lugar los aparatos españoles. Con 40 minutos de diferencia despegaran los aparatos afganos camino a la HLZ en la base de Kolory.

Como he comentado, la Task Force española para esta misión se componía de una patrulla de Tigres acompañada de un Cougar. La presencia del Cougar se debe a que este aparato ha de actuar como helicóptero de enlace entre los helicópteros afganos y la patrulla de Tigres, ya que estos últimos carecían de equipos de comunicación en HF. El Cougar se posicionará sobre un punto determinado en altura para ejercer de relé y dar cobertura al resto de aparatos involucrados una vez los afganos se aproximan hacia el objetivo. 

Amanece la mañana del día 13 y a las 07:45am locales las tripulaciones españolas, tras el desayuno, se encaminan a la Unidad de Vuelo para empezar la misión con el correspondiente briefing. El día anterior se asignaron los aparatos, se entregaron las balizas y en la Unidad Tigre se prepararon todos los detalles de la misión sin dejar nada al azar.

Las dos tripulaciones de los HA.28 embarcan en la plataforma española, arrancan los felinos y rondando atraviesan la pista 36/18 hacia la zona de municionado. Ahí los esperan los especialistas para municionar el 30 milímetros de cada aparato. Las tripulaciones en cabina con todos los datos cargados.

Mientras tanto el Cougar permanece estacionado en su parking; los tiradores preparados y los pilotos en cabina listos para el arranque. A las 09:15am locales el Jefe de la formación española comunica con torre: 

-!Torre de Herat de formación Black Bear!

-¡Adelante Black Bear!

-¡Black Bear en plataforma para puesta en marcha y copia de datos por favor!

-¡Black Bear, viento de 310 a 4 nudos, QNH 1022, pista activa 36, responda en (frecuencia transponder), autorizado para el arranque, notifiquen listos rodaje!.

-!Ok torre; viento de 310 a 4 nudos, QNH 1022, pista activa 36, responderemos en (frecuencia transponder), notificaremos listos rodaje, formación Black Bear!.

Terminado todo el protocolo, a las 09:35am hora local los tres helicópteros españoles están en estacionario sobre la pista. A la voz del Jefe de formación aplican potencia, bajan el morro y tras el despegue se pone rumbo 020 dirección a Kolory siguiendo una de las rutas marcadas.

Durante el vuelo dejamos la ciudad de Herat a las 9 de la formación y poco después no tardamos en “adentrarnos” en el más puro desierto afgano.

Sobre el mar de arena a los 75 minutos del despegue los tres helicópteros se aproximan al punto marcado en las coordenadas. Como se organizó en el briefing, los Tigre proceden directamente hacia la HLZ de los Mi8 mientras el Cougar de enlace se coloca en su posición, toma altura y permanece orbitando a 2mn aprox. del punto de toma de los afganos.

Los tiradores del Cougar permanecen atentos cada uno en sus puestos con la vista puesta en el terreno, pues aun estando sobre un desierto en el que desde nuestro prisma podamos pensar que en este lugar no se puede habitar, Afganistán tiene la capacidad de sorprender en este sentido, como pudo comprobar este que escribe en las diferentes misiones realizadas a lo largo de todo el RC-West.

Durante el vuelo hasta el punto de orbita sobrevolamos algún campamento nómada compuesto por dos o tres jaimas que en mitad de la nada, hacían de ese pedazo de arena un lugar habitable para sus moradores. Por otro lado, de vez en cuando rodadas de vehículos que parecían trascurrir de ninguna parte hacia ninguna parte en mitad de las dunas de arena atestiguan que en algún momento alguien ha transitado por ese lugar que, ante nuestros ojos, está “vacío” por completo. Para un occidental es difícil de entender esa forma de vida pues la población asentada conocida más cercana distaba más de 50mn del punto en el que nos encontrábamos.

Seguimos orbitando en comunicación con los Tigre que vemos en la distancia esperando el contacto con los helicópteros afganos; el aire que entra por las puertas es caliente y el sol pica. Cada miembro de la tripulación a lo suyo y todo trascurre según lo programado.

Pues bien, sobre el punto seleccionado para realizar la órbita, a los 10 minutos de nuestra presencia el tirador derecho comunica por radio:

“…localizada actividad a las 4 de nuestra posición…” “…5 motocicletas con 5 hombres por debajo de nosotros…”.

En ese momento el resto de tripulación y este que escribe estas letras nos hicimos la misma pregunta; ¿de dónde coño han salido esos tíos? 

Los tiradores no pierden de vista a esos 5 motoristas pues, aunque a simple vista desde el helicóptero se aprecien solo 5 hombres en moto, este tipo de “contactos” se pueden convertir en verdaderos problemas para los helicópteros.

Son contactos muy ágiles y con capacidad para transportar de forma relativamente sencilla un lanzagranadas RPG difícil de detectar desde la altura con el que abrir fuego contra el helicóptero por lo tanto, con el arma siempre en “caliente” los tiradores permanecen ojo avizor sobre “los motoristas del desierto”.

La situación obliga a cambiar la posición para salir de la vertical y cercanía de las motocicletas y de sus ocupantes,  y volamos a un nuevo punto más seguro al que se decide cambiar para seguir con la misión.

Trascurridos unos minutos se recibe la comunicación escueta de la formación de helicópteros afganos indicando:

…”20 miles…”

” …10 miles…”

El Cougar trasmite la primera información a la patrulla de Tigres que se encuentran asegurando la zona

Trascurridos escasos 8 minutos se puede apreciar por el sur dos diminutos puntos volando muy cerca del terreno y a gran velocidad; los Mi8 afganos están en aproximación. Por la radio se escucha:

···Two minutes  for the point…. 

El Jefe de la patrulla Tigre que ya puede enlazar directamente con los afganos comunica:

“…secured zone, we have you in sight 180 below our position …”

Poco a poco se aproximan a la zona de toma situada en una vaguada entre colinas de arena. En corta final se empieza a levantar la pertinente nube de polvo en suspensión que durante unos instantes engulle al primero de los helicópteros que toma tierra. Sobre él, el segundo Mi8 lo sobrepasa para tomar delante y a la izquierda de su posición. La nube de polvo es visible a larga distancia.

Mientras tanto los dos Tigre vuelan rápido y de forma agresiva sin quitar ojo a toda la zona circundante. Los dos Guner no se separan del Strix encargándose de que aquella zona en mitad de la nada fuera segura. 

Curiosamente lo que todos esperábamos fuera una base, partiendo del concepto que tenemos sobre este terminó, resultó ser un pequeño edificio de reducidas dimensiones sobre una de las cotas bajo las que tomaron los helicópteros afganos. Por la ladera sur de esa cota en la que se sitúa el edificio del ANA se puede apreciar un empinado camino que es de suponer, sería el acceso a dicho punto avanzado. No arriendo la ganancia de aquellos que tuvieran que subir por dicho camino todo el material helitransportado. Seguidamente a esta reflexión viene la pregunta de: ¿Por qué no han tomado sobre la cota de uno en uno?

La respuesta solo la tenían ellos.

Como curiosidad decir que al norte de esta seudo base y a unos 1000 metros de distancia, metidas en un valle paralelo se podían apreciar unas ruinas de edificaciones que por su forma y estructura perfectamente podrían corresponderse con las ruinas de una antigua base o puesto militar. De quién lo fueron es otra historia.

Los militares afganos descargaron los helicópteros bajo un sol de más de 45º y terminado el trabajo, ambos aparatos despegaron de sus puntos para poner rumbo sur y a gran velocidad salir de la zona de vuelta a Herat.

La nube de polvo vuelve a aparecer, los Tigres pendientes de la maniobra, el Cougar deja su punto para poner rumbo al sur hacía donde también volarán los Tigre tras la salida de los afganos para reunirse con el Cougar en vuelo.

Los helicópteros afganos siguieron su procedimiento de vuelo y volando bajo y muy rápido pasaron por debajo de nosotros para perderse rápidamente en el horizonte.


Mientras, la formación Black Bear se agrupaba para volar de vuelta “a casa” y una vez en el suelo de la plataforma de Camp Arena, dar por terminada una nueva misión.