En las contiendas que podemos catalogar como conflictos de la era moderna, (desde Corea hasta la actualidad), una “herramienta” que ha ido tomando especial relevancia a lo largo de los años hasta convertirse en un elemento vital ha sido el helicóptero.
Los conflictos de esta era
moderna han sido todos diferentes, los lugares en los que se han desarrollado
tenían sus particularidades propias y los ejércitos que contaban con estas
aeronaves los utilizaban en base a unas doctrinas concretas. La “guerra” como
tal ha ido evolucionando en base a los escenarios en los que se ha librado y a
la idiosincrasia del enemigo, los equipos y materiales se han desarrollado,
creado y adaptado a los cambios que esta evolución requería, y algunos de ellos
han pasado a ser imprescindibles para afrontar la asimetría de los conflictos
actuales.
El inicio de siglo XXI
supuso un cambio en las formas de hacer la guerra. El conflicto convencional
fue desapareciendo para dar paso a contiendas ejecutadas en lugares remotos,
focalizados y de especiales características. Esto ha hecho necesario que los
ejércitos occidentales deban adaptar sus doctrinas y no solo eso, ha supuesto
que deban crear unas nuevas con las que operar de forma asimétrica contra un
enemigo fanático de corte terrorista sobre territorio de este último.
Desde el Afganistán de
principios del 2000 hasta los escenarios actuales como el de Mali, pasando por
Siria o Iraq, todos ellos han dejado claro que cada vez es más necesaria una
alta especialización y precisión de las operaciones y dentro de este
planeamiento, toman especial relevancia las Operaciones Especiales.
Tal es así que se ha creado
nueva doctrina a nivel OTAN para materializar la necesidad imperiosa que surge
de adaptar las estructuras operativas actuales, para dar apoyo a las acciones
de Operaciones Especiales y a las unidades que las llevan a cabo.
Teniendo como protagonista
al helicóptero, vamos a ver qué de nuevo han supuesto estos cambios en lo que a
su empleo concierne.
Queda claro que la utilización
de la tercera dimensión supone una ventaja que proporciona iniciativa en la
acción, rapidez de actuación y factor sorpresa. El helicóptero, siendo un medio
terrestre utilizado en el entorno cercano al suelo, como vemos concede a su
usuario los factores descritos para operar en los campos de batalla,
facilitando movilidad táctica, ofreciendo capacidades de apoyo por el fuego a
las tropas de superficie, realizando acciones de ataque y destrucción directas,
así como facilitando el apoyo logístico que las tropas necesitan para ejecutar
su misión.
Pues bien, avanzando un paso
más y con la intención de dar el apoyo necesario a las unidades de Operaciones
Especiales, la adecuación de la doctrina hace que se requiera la creación de
nuevas unidades aéreas sumamente especializadas que se integren y operen
conjuntamente con este tipo de unidades.
Si algo caracteriza a las
misiones de Operaciones Especiales es su nivel de precisión, rapidez y eficacia
bajo unos niveles de riesgo siempre superiores a los que se tiene en
operaciones convencionales. ¿Esto en qué se traduce?
Pues en el elevado impacto estratégico en la misión además de, por estas especiales características, contribuir sobre manera en misiones de reconocimiento avanzado o en profundidad, en la ejecución de acciones directas y en misiones de asistencia militar.
El
helicóptero en Operaciones Especiales
Se ha convertido en la
herramienta fundamental para este tipo de operaciones. Y para poder explotar al
máximo sus capacidades de la forma más efectiva se han creado las SOATU ROTARY
WING o Especial Operations Air Task Unit Rotary Wing, y los SOATUG RW o Grupos
Tácticos de Operaciones Especiales Aéreas.
En la mayor parte de los
ejércitos modernos las SOATU RW/SOATUG RW se constituyen en base a unidades de
helicópteros seleccionadas para llevar a cabo esta especialización y su
posterior integración en los despliegues de las unidades de OE, pero no siempre
perteneciendo estas a las estructuras y Mando de OE.
Tal es el caso de Australia y su 6th Avia-tion Regiment activado en 2008 para proporcionar movilidad aérea al Special Operations Command (SOCOMD), Canadá y su 427 Escadron d’Opérations Spéciales d’Aviation (427 SOAS) que proporciona apoyo al Comando de las Fuerzas de Operaciones Especiales de este país del continente americano. Y más cercano a nuestro país, tendríamos el caso de Italia, que tiene su 3° Reggimento Elicotteri Operazioni Speciali (REOS).
Pero existen algunos casos en los que se han creado unidades de helicópteros de operaciones especiales dedicadas por entero a estas misiones, e integradas en las estructuras de este tipo de fuerzas como una Unidad más de su organigrama.
Hablamos por un lado del 160º SOAR norteamericano, conocidos como «Night Stalkers» perteneciente al Mando de OE del Army. Por otro el francés 4º RHFS o Régiment d’Hélicoptères des Forces Spéciales de la Aviation Légere de lÁrmée de Terre (ALAT), subordinado al Comandante General de las Fuerzas Especiales de Tierra (CSFT), y bajo mando operacional del Comandante General de Operaciones Especiales (COS) y, por último, la Joint Special Forces Aviation Wing (JSFAW) compuesta por unidades de helicópteros de la Royal Air Force y el ejército británico subordinadas al Mando de las Fuerzas Especiales del Reino Unido.
FAMET
y las Operaciones Especiales
España, participante como un
socio más de la coalición en operaciones de sostenimiento de paz desarrolladas
en diferentes países, le otorga también especial relevancia a las operaciones
especiales como el resto de aliados. El Ejército de Tierra no se mantiene al
margen de la especialización que se requiere y para ello creó la SOATU RW
constituida en base las Fuerzas Aeromóviles y el Mando de Operaciones Especiales,
dando como resultado una unidad conjunta sumamente especializada y lista para
ser proyectada y desplegada cuando el Mando lo estime necesario y oportuno.
Formada por el personal más
experimentado de los Batallones de Helicópteros de Maniobra III y IV, del
Batallón de Helicópteros de Transporte V y del Batallón de Helicópteros de
Ataque I, la creación de la SOATU no ha resultado ser tarea fácil, pero el buen
trabajo conjunto va dando resultados.
El primero de los aspectos
diferenciadores y más importante de la SOATU es su propia idiosincrasia. La
SOATU es una Unidad diferente, actúa diferente y se rige bajo unos
procedimientos diferentes.
Los procedimientos para el
empleo y utilización convencional de Unidades de Helicópteros en el Ejército de
Tierra están basados en unos protocolos de operación y seguridad concretos que
establecen el «cómo, cuándo y bajo qué medidas de seguridad se utilizan las
unidades de helicópteros en las operaciones terrestres».
Partiendo de esta base, para
la creación de la SOATU el primer punto sobre el que se debió de empezar a
trabajar es precisamente en la creación y redacción de unos nuevos
procedimientos específicos para el empleo de Unidades de Helicópteros en
misiones de Operaciones Especiales.
Como decíamos, estas misiones tienen implícito un elevado nivel de riesgo, son de rápida actuación y sumamente precisas. Esto trae de la mano que, para poder cumplir con ellas, los procedimientos de actuación que se requieren sean diferentes a los marcados para las operaciones aeromóviles convencionales, y se necesite cierta flexibilización de los mismos que permita desarrollar las misiones de forma efectiva, con la aceptación de los riesgos que estas suponen.
Así pues, se ha trabajado y
se sigue haciendo para establecer nuevos límites para las operaciones GVN
(Gafas de Visión Nocturna), la operación bajo determinadas condiciones
meteorológicas, operaciones tras las líneas enemigas, despliegues en zonas no
reconocidas y no seguras, para la utilización y transporte de equipos no estandarizados
y para la actuación bajo unos determinados niveles de amenaza. Estos factores
puestos como ejemplos de entre otros varios, difieren de los establecidos para
las operaciones convencionales con lo cual, las tripulaciones FAMET han de
estar perfectamente preparadas y el trabajo conjunto con los equipos operativos
del MOE (Mando de Operaciones Especiales) ha de dar como resultado un tándem
perfectamente engrasado que actúe, de forma automática, operando bajo los
mismos procedimientos específicos de las OE´s.
La SOATU RW tiene como
misiones atribuidas el transporte aéreo especializado a los equipos de OE´s
como medios de inserción y extracción, los reabastecimientos, las misiones
CASEVAC (Casuality Evacuation), misiones MEDEVAC (Medical Evacuation) y apoyos
por el fuego (CCA, Closed Combat Attack, IA Ataques de Inter-dicción, etc.)
Para ello las tripulaciones
requieren de unos niveles de formación de elevada calidad que les capacite para
la ejecución de vuelos tácticos, vuelos tácticos en GVN, operaciones en agua,
tomas en polvo, etc., que reciben en base a diferentes cursos, conferencias,
seminarios y jornadas de trabajo conjunto en la ACAVIET (Academia de Aviación
del Ejército de Tierra), con el MOE, el EZAPAC (Escuadrón de Zapa-dores
Paracaidistas del Ejército del Aire), con
las FGNE (Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada), el HQ OTAN y por otro
lado, en ejercicios periódicos como los «Mobility», en los que se consolidan la
organización y procedimientos no solo a nivel operativo y de ejecución, sino
también al nivel de planificación, factor sumamente importante y que supone el
50% de las misión.
Las PLMM (Plana Mayor de
Mando) requieren de una integración conjunta que lleve a poder trabajar al
personal aeronáutico y al personal de OE´s «usando el mismo lenguaje», y los
ejercicios y maniobras se desarrollan en base a este trabajo conjunto para
planificación e integración específicos en misiones de OE´s.
Se trabaja en base a un manual de exigencia que recoge los objetivos de adiestramiento específicos estipulados en el código de capacidades OTAN que, como guía básica, marca los requisitos necesarios y las capacidades que ha de tener la SOATU, así como las normas para su empleo.
Partiendo de este documento
y en función de las aportaciones adicionales que pueda prestar cada país, este
aportará aquellas otras capacidades que contribuyan a mejorar la misión
específica de OE´s.
En este sentido podemos
resaltar por ejemplo que España es el único país del entorno europeo que puede
aportar una capacidad muy valorada por otros ejércitos aliados, como es la
capacidad FARP o «Forward Arming and Refuelling Point» (Puesto Avanzado de
Repostaje y Armado), mediante la utilización del Chinook y su sistema
Robertson. Con un solo aparato se puede disponer en vanguardia de un punto de
repostaje y municionamiento para la SOATU, para otras unidades de helicópteros,
o bien para las propias unidades de superficie proporcionando esto continuidad
en las acciones directas, fuegos sostenidos y apoyos continuados.
Las capacidades adquiridas por la SOA-TU RW han quedado sobradamente demostradas con su participación en ejercicios como el «Flintlock 17», dirigido por el AFRICOM estadounidense y coordinado por el Mando Conjunto de Operaciones Especiales, en el que la Unidad se proyectó de forma autónoma y en vuelo desde nuestro país hasta Mauritania para integrarse en el conjunto de la fuerza. O el ejercicio «Quick Lion 17» con el que se certificó el Grupo Táctico de Helicópteros asignado al «Battle Group» de la Unión europea, y el «Mobility 17» en el que se consolidaron la organización y procedimientos del SOA-TUG RW integrado en el MOE y atribuido al Mando Componente de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta Rápida NRF-18 de la OTAN.
Instrucción naval continua
para las operaciones y proyecciones desde buques como el Juan Carlos I o el
Castilla, y colaboraciones con la Armada francesa para operaciones desde sus
buques portahelicópteros, son otras de las especializaciones que las
tripulaciones de las FAMET han adquirido para conseguir una SOATU RW altamente
especializada, integrada perfectamente en el MOE y lista para ser proyectada y
desplegada de forma autónoma a aquellos lugares en los que se requieran
acciones de operaciones especiales.
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