Hoy en día y con siglos de uso a sus espaldas esta herramienta es utilizada por las unidades militares para simular las operaciones y estrategias que posteriormente se han de aplicar sobre el teatro de operaciones.
Hemos de que retroceder a tiempos del imperio romano para entender el
cajón de arena como una herramienta militar.
Fueron algunos de sus generales los que empezaron a representar el campo
de batalla con tierra, delimitando zonas y colocando figuras esculpidas en
piedra que representaban a las tropas propias.
Pero fueron los prusianos los que perfeccionaron el sistema ya que
fueron ellos los que incluyeron los relieves para simular el terreno concreto
sobre el que se moverían sus tropas.
Además, fueron ellos los que empezaron a incluir “sobre el tablero” la
localización concreta de los objetivos enemigos, no limitándose solo a
representar a las posiciones propias y simular sus movimientos.
Incluyeron perfiles topográficos detallados y dieron un paso más creando
doctrinas propias para la batalla en función del tipo de terreno sobre el que
se debían desplegar. El cajón de madera tomaba tintes de simulador táctico en
toda regla.
Tal fue su grado de eficacia que allá por el año 1820 el Jefe del
Ejército Prusiano, el General Von Muffling ordena su utilización a toda la
cadena de mando para planificar todas aquellas batallas en las que combatirían
sus soldados.
Siglos de planeamientos, toma de decisiones estratégicas, de movimientos terrestres simulados y de órdenes de Generales y Mariscales trasmitidas a los subordinados se recogen en la historia de esta herramienta que a día de hoy se sigue utilizando en su forma original.
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